Sin querer meterme de lleno en analizar la película el acorazado potemkim (1.925), del genial cineasta ruso Sergei Eisenstein, pues es una de las figuras de la historia del montaje que estudiaré con más detenimiento, sí quiero dejaros aquí una escena de la película.
Y quiero hacerlo pues en el año 1987 todos pudimos ver un homenaje a esta escena por parte del brillante director Brian de Palma, en su genial Los intocables de Elliot Ness. ¿recordais la escena de las escaleras de la estación? Es sin duda una de las escenas que se me han quedado de la historia del cine.
De Palma reproduce fielmente la escena de Eisenstein eliminando la música y las palabras de los personajes (pero no el sonido, nótese que los disparos y las pisadas permanecen en la banda sonora), planifica algunas imágenes exactamente como las rodó Eisenstein (así el plano de la madre que grita y extiende su brazo hacia el carrito del bebé) y rueda esta escena a cámara lenta para explicitar aún más la violencia de la secuencia. Para completar el homenaje a la película muda de Eisenstein el cineasta incluye en imagen a unos marineros que suben por las escaleras, no en vano El acorazado Potemkim narraba la historia de un episodio revolucionario ruso que nacía en el barco del mismo nombre propiciado por unos marineros.
Curioso, no?.
La escena de Eisenstein
Y la de Brian de Palma: (más larga, pero merece la pena verla):
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“Para mí, la película perfecta es como si se desarrollara detrás de tus ojos y tus ojos la proyectasen, de modo que vieras lo que deseabas ver. El cine es como el pensamiento. Es el arte más cercano al proceso de pensar. Mira esa lámpara al otro lado de la habitación. Ahora mírame de nuevo a mí. ¿Ves lo que has hecho? Has parpadeado. Eso son cortes. Tras la primera mirada, sabes que no hay motivo para hacer continuadamente todo el recorrido entre la lámpara y yo, porque ya conoces lo que hay en medio” .
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