viernes, 7 de septiembre de 2007

TOPICAZOS DE CINE

Aquí os dejo algunas situaciones típicas de las pelis norteamericanas que he leído por internet. Luego pondré algunas de las que yo me acuerde, y os animo a que a través de los comentarios pongais algunas más:

Aunque conduzcamos por una cuesta abajo totalmente recta, es necesario girar el volante a izquierda y derecha cada cierto tiempo.


Los malos, aun siendo auténticos privilegiados dotados de mentes prodigiosas para el crimen, no ejecutaran nunca al instante al protagonista, dejándolo con sus hombres mas ineptos para que este pueda escapar.

Toda maquinaria asesina será desactivada en la décima de segundo anterior a la inminente ejecución del protagonista.

Tras un homicidio por sangriento que sea, el oficial al cargo ni se inmutara, mientras el poli novato no podrá contener las ganas de vomitar, poniéndolo todo perdido.

El comisario de policía y los jueces casi siempre son negros.

El comisario de policía siempre destituirá a su detective preferido, o le dará 48 horas para terminar el trabajo.

En el caso de las casas encantadas o con fantasmas, las mujeres deben investigar cualquier ruido raro vestidas únicamente con algo de lencería o ropa interior.

En las persecuciones a pie casi siempre hay que bajar o subir por las escaleras de incendios. En los callejones siempre suele haber una valla metálica de considerable altura.

En las películas juveniles de terror, el que intenta hacer el acto sexual, o lo está haciendo, es el próximo candidato a ser eliminado.

En los noticiarios de televisión siempre dan una noticia que tiene relación directa con uno mismo en ese preciso momento.

En toda investigación policial que se precie, es necesario visitar como mínimo un club de striptease.

En las de guerra, es muy probable que sobrevivas a cualquier batalla, a menos que cometas el error de enseñarle a alguien una foto de tu novia.

La mayoría de los perros son inmortales.

La torre Eiffel se puede ver desde cualquier ventana de París.

Las cocinas no tienen interruptores de luz. Si entras en una cocina de noche, deberás abrir el frigorífico e iluminarte con la luz interior.

Las comisarías de policía someten a sus agentes a exámenes de personalidad para que tengan como compañero de patrulla a otro que es, justamente, lo opuesto a él.

No importa si tus enemigos te superan en numero durante una pelea de artes marciales: te atacarán de uno en uno, mientras esperan, con gesto agresivo, a que vayas acabando con sus compañeros.

Si alguien te persigue por el centro de la ciudad, siempre puedes quitártelos de encima ocultándote entre los participantes del desfile del Día de San Patricio, sea cual fuere la época del año.

Si decides ponerte a bailar en la calle, notarás que todo el mundo que te rodea conoce los pasos.

Si la ciudad se ve amenazada por un desastre natural o algún tipo de monstruo, la principal preocupación del alcalde será siempre la futura feria de comercio o su próxima exposición de arte.

Si se ve en algún momento un vidrio de considerables dimensiones (sobre todo si lo llevan dos hombres) es que alguien va a atravesarlo en breves instantes.

Si tienes que hacerte pasar por un militar alemán, no es necesario hablar el idioma; con tener acento alemán bastará.

Si tienes que pagar un taxi, no busques un billete en la cartera: saca lo que tengas en el bolsillo al azar.

Siempre es posible estacionar delante del edificio al que se va de visita.


Todas las mañanas, las madres siempre cocinan huevos, tocino y gofres para la familia, aunque su marido y sus hijos no tengan tiempo para comérselos.

Un hombre no se inmuta mientras recibe una paliza de campeonato, pero se queja cuando una mujer intenta limpiarle las heridas.

Ahora os pongo dos que se me ocurren a mí: " todo susto de ataque de psicópata viene precedido por uno que nos da el gato de turno". Y otro (dedicado a mi padre): " siempre hay alguien que exclama que alguien llame a una ambulancia pero nunca llama él".

Ea, animaros a recordar más.

“Para mí, la película perfecta es como si se desarrollara detrás de tus ojos y tus ojos la proyectasen, de modo que vieras lo que deseabas ver. El cine es como el pensamiento. Es el arte más cercano al proceso de pensar. Mira esa lámpara al otro lado de la habitación. Ahora mírame de nuevo a mí. ¿Ves lo que has hecho? Has parpadeado. Eso son cortes. Tras la primera mirada, sabes que no hay motivo para hacer continuadamente todo el recorrido entre la lámpara y yo, porque ya conoces lo que hay en medio” .