martes, 29 de mayo de 2007

CAMARÓN Y PACO DE LUCÍA




Aún recuerdo cuando en mis tiempos muy mozos oía hablar de un tal Camarón de la Isla. Por lo que conocía a través de la gente en aquella época, finales de los ochenta, me parecía que estaban hablando de alguien al estilo de camela, o al menos esa era la impresión que tenía, debido a lo inculto que era desde el punto de vista flamenco. No mucho tiempo después llegó a mis manos un cassete del genio, al que le tocaba un tal Paco de Lucía, del que sí tenía conocimiento como gran guitarrista. Pero... ¿qué era el Flamenco? Pronto descubrí el arte universal de los andaluces, gracias al cual siempre me alegraré de haber nacido en esta tierra. Descubrí el Flamenco; cuando debería estar escuchando grupos pop pasaba horas y horas escuchando la discografía de estos monstruos del Flamenco. Siempre diré que tiene algo de mágico esta música. Cuando pienso en ella me acuerdo mucho de la película cadena perpetua en la que Tim Robbins comenta que ha pasado varios dias en el agujero, pero escuchando a Beethoven o a Mozart, no me acuerdo. Un compañero se sorprende y le dice que en el agujero no hay música. A lo que el personaje de Robbins contesta: "la música está dentro de mí".

Eso me pasa a mi con el Flamenco. A veces voy por la calle tocando el ritmo de la bulería claqueteando los dientes. O estoy esperando en algún sitio y mis nudillos están rasgueando sobre mi pierna. No se, la llevo dentro. Siempre me ha acompañado y ayudado mucho.

Pero vaya rollo que estoy soltando, estoy místico. Vamos a lo que vamos. En los sesenta el flamenco estaba anquilosado en ritmos decimonónicos. Un chaval de San Fernando y otro de Algeciras empezaron a sorprender a los más puristas de este género. Se conocieron y montaron el taco allá donde tocaban juntos. Ha sido sin duda la mayor revolución ocurrida en el Flamenco. Y no solo eso sino que reinventaron el arte flamenco mezclándolo con otras músicas y fueron precursores del Flamenco joven de hoy día. Señores, sin ellos, este arte estaría en el olvido.

Gracias Paco. Gracias José. Me he hecho adulto (o eso creo) con vosotros, y menudos momentos nos hemos tirado cantando vuestros cantes y tocando vuestros toques. Olé !

He hecho un pequeño montaje compuesto de una leve introducción al estilo chupictures. Más adelante Paco saca los soníos negros a su guitarra con una Soleá (mi género de toque favorito). Luego los dos mitos interpretan una bulería. Lo más de lo más, dos genios unidos en su momento de esplendor más jondo y puro. No hace falta ni montaje.

Disfrutad a los que os guste. Y a los que no, quizá no sabeis lo que os perdeis.



"el mundo es un grano de polvo en el espacio, la ciencia de los hombres palabra, los pueblos, los animales y las flores de los siete climas, son sombra de la nada. Quiero al amante que gime de felicidad, y desprecio al hipócrita que reza una plegaria"

1 comentario:

BUDOKAN dijo...

Qué hermoso recuerdo el de estos dos gigantes de la música que cada vez que uno puede escucha con placer en alguna grabación. Saludos!

“Para mí, la película perfecta es como si se desarrollara detrás de tus ojos y tus ojos la proyectasen, de modo que vieras lo que deseabas ver. El cine es como el pensamiento. Es el arte más cercano al proceso de pensar. Mira esa lámpara al otro lado de la habitación. Ahora mírame de nuevo a mí. ¿Ves lo que has hecho? Has parpadeado. Eso son cortes. Tras la primera mirada, sabes que no hay motivo para hacer continuadamente todo el recorrido entre la lámpara y yo, porque ya conoces lo que hay en medio” .