Hace poco hablaba de los orígenes del cine. Daos cuenta como en un principio las películas se basaban en colocar una cámara fija y las escenas sucedían frente a ella. Aún no existía el montaje, no se pensaba que los cortes pudieran funcionar. Debió ser apasionante aquella época a principios del S.XX en la que se comenzó a experimentar con el cine. Sin querer meterme de lleno en la historia del montaje, cosa que trataré poco a poco y más adelante, sí me gustaría hacer referencia al experimento que realizó el cineasta ruso Lev Kuleshov, y en el que se demuestra como se estaban dando cuenta de la importancia que la yuxtaposición de imágenes tendría en el lenguaje cinematográfico. He dado mil vueltas por internet y no he encontrado el video, que sí pude ver hace un año en un documental que emitió canal satélite digital, "la magia del montaje"; así que simplemente os explicaré en qué consistía:
Kuleshov hizo un pequeño montaje en el que aparecía un plano del rostro de un actor, a continuación podía verse un plato de sopa; otra vez el actor; un féretro con una chica muerta; otra vez el actor; y para finalizar una niña pequeña. Cuando el público terminó de verlo se quedó sorprendido de la gran interpretación del actor , que fue capaz de expresar varios sentimientos según las imágenes que veía... Lo que no sabían es que el plano del actor en el montaje era exactamente el mismo....
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