Leo en su libro "Montaje: una profesión de cine" ciertas anécdotas sobre su experiencia en la época de la censura:
"(...) Otra forma de manipulación fue la que hubimos de maquinar los montadores para intentar burlar la censura. En aquellos tiempos un beso en pantalla era el equivalente a corte seguro. (...) Ya en el informe sobre guión los censores subrayaban, cuando no suprimían, aquellas secuencias que consideraban pecaminosas u ofensivas para la moral. Por eso montábamos dos y hasta tres besos como cebo, para que al menos uno fuera autorizado.(...) En el pase de censura de la película "Parque de Madrid" (1959) se produjo algo verdaderamente estrambótico. Durante el desarrollo de una conversación ingenua entre María Martín y Juanjo Menéndez, éste como chiste imitaba el sonido de una pedorreta con los dedos en los labios. El censor, en una medida totalmente absurda, decidió suprimir aquella acción considerando el gesto como pecaminoso. El productor de la película me llamó para que explicara técnicamente los inconvenientes del corte: la acción se encontraba dentro de un plano secuencia y cualquier corte en el plano constituía más un menoscabo de mi trabajo como montador que un ataque a la moral del pueblo español. Tras más de una hora de deliberaciones el censor se dio cuenta de que la acción era totalmente ingenua. Pero no siempre se conseguía...
(...) Durante mi corta estancia en televisión, en el montaje de un documental sobre Antonio Machado se nos planteó un grave problema en la marcha del personaje hacia el exilio. No teníamos imágenes adecuadas así que recurrimos a un plano de archivo de un camión con gente que huía camino a Francia. Este plano lo alternamos en paralelo con una fotografía de Antonio Machado. El efecto, aunque rudimentario, fue conseguido, hasta que fue visto por los censores, que consideraron los planos de la fotografía como efectos subliminales con mensaje político. al final sólo el camión indicaba el exilio....
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